Además, no hay que olvidar que “Titanic” se ha convertido, junto con “Blade Runner” (que, curiosamente, en su día fue un fracaso en taquilla), en el mayor sacacuartos de la industria del cine estadounidense; cada vez que queremos darnos cuenta, tenemos una nueva edición en formato doméstico para este film (a veces con más contenidos adicionales, otras con una versión del director, tanto da). Una gallina de los huevos de oro en toda regla, por más que, mientras la estaba llevando a cabo, los estudios advirtiesen a Cameron de que iba a pegársela en taquilla.
Y, segundo, estamos hablando de una película rodada en 1997 en película cinematográfica convencional. Por mucho que la remastericen, dudo que vaya a tener la misma calidad de imagen y resolución que los estrenos actuales (rodados en películas más sensibles y con formatos de mayor resolución). Eso por no hablar de cómo conseguirán convertir una película concebida para un formato plano a las tres dimensiones, más aún, cuando se trata de un film que transcurre entre escenas románticas durante la mayor parte de su metraje. Dejando las tomas aéreas del Titanic y del mar, y el mítico hundimiento, me da a mi que el 3-D brillará por su ausencia. Pero ojalá Cameron demuestre precisamente lo contrario y nos regale una conversión que sí aporte algo a la original. En ese caso, me tragaré mis palabras.
Trailer de ´Titanic´James Cameron habla sobre ´Avatar 2´ y ´Titanic 3D´