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Exámenes como películas

Ha llegado el verano y aunque parezca que es la época del año que más le gusta por una nimidad a la gente lo cierto es que los Estudiantes no la ven de esa manera. Durante los meses de Mayo-Junio-Julio deberán estudiar como nunca habían estudiado si quieren pasarse unos mesecitos de vacaciones tumbados a la bartola.

Y es que los exámenes son, en el fondo, una película. En este caso el protagonista eres tú y tienes un objetivo: aprobar el exámen como sea, mientras te quites esa asignatura de en medio como si te pillan copiando. El Segundo objetivo sería ligarte a la chica (o chico) de turno que te gusta de tu clase pero como tu plan no es perfecto y no eres Daniel Ocean en OCEAN´S ELEVEN sabes que con aprobar te basta. Además robar el examen como en THE PERFECT SCORE es muy pero que muy complicado salvo enorme despiste del profesorado.

Pasas a la acción, y tras ponerte a estudiar tus apuntes de clase más ininteligibles que las pruebas que descifraba Nicolas Cage en LA BUSQUEDA debes contactar con alguien que te consiga unos apuntes decentes. Tiras de agenda pero claro, recuerdas que tus contactos habituales (los amigos que se sientan contigo en clase) los tienen peor o no han ido a clase o directamente han dejado la asignatura. Siempre está el caso del típico amigo (el graciosete del grupo) que puede contactar con ´alguien´ que tiene buenos apuntes.

De esos hay uno en todos los lados, es como el personaje de CADENA PERPETUA interpretado por Morgan Freeman, lo consigue todo a cambio de algún favor. Da igual que sea el tipejo más borde del mundo o que no le hayas dirigido la palabra en todo lo que llevamos de curso, tú cuando vas a pedirle los apuntes te tienes que hacer el simpático, fotocopiarlos al instante y seguir con tu plan maestro.

Pero tu plan maestro pasa por que estudies y te lo sepas todo para el día en cuestión, si no va a salir una porquería de examen y tú no quieres eso. Decides ponerte en plan empollón e ir a la biblioteca todos los días pero tu concentración es nula. Aunque intentas hacer el mínimo de paradas para no perder ritmo, como Chaplin en TIEMPOS MODERNOS, e incluso madrugas lo impensable para poder aprovechar cuantas más horas posibles es inevitable. Haces más descansos que los protagonistas de CAMERA CAFE y aunque te levantas a las 7 de la mañana para ser el primero en pillar sitio en la biblioteca, de 7:30 a 8:45 echas una pequeña cabezada. Y, para cuando despiertas, sigues por el tema uno y con hambre… hay que bajar a desayunar.

Viendo el panorama a pocas horas del examen y siendo realista sabes que no vas a aprobar. Hay que recurrir a métodos menos ortodoxos. Todos los hemos hecho y quien diga lo contrario miente: hay que intentar copiar de la forma más sutil posible.

Tus primeras opciones (meter una chuleta en el boligrafo o en la goma) decides desecharlas por ser incomprensibles y al final te apuntas lo que puedes en los brazos. Al final de la sesión pareces Michael Scofield en PRISON BREAK. Coges una camisa de manga larga y te vas al examen.

Cuando llegas al examen en el pasillo hay más caras de miedo que en LAS COLINAS TIENEN OJOS, y el nerviosismo se queda patente. Es como en SALVAR AL SOLDADO RYAN durante el desembarco de Normandia. Vas en tu barcaza agarrado a tus apuntes esperando el fatal desenlace. Empiezas a sudar por todas partes, la tinta se empieza a correr y no lees nada. Cuando te dan el examen sueltas una carcajada (por no llorar más que nada). Haces lo que puedes sin saber muy bien lo que te preguntan pero sabes que en la película de Spielberg ya habrías perdido la vida en la playa.

De repente hay una pregunta que parece sonarte, es como si hubieses recuperado un cargador perdido en la arena y comenzaras a cargarte a soldados alemanes. Quizás sea una ilusión o finalmente sobrevivas al desembarco… el profesor tiene la última palabra. Esperas que sea tan enrrollado como el de EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS o simplemente que te habra los ojos como Sean Connery en DESCUBRIENDO A FORRESTER. Solo te queda esa esperanza.

Eso, o el imperio contratacará en Septiembre…


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