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Lo mejor de mí. Gran debut del proyecto opera prima

Lo Mejor de mí es una de esas películas que parecen pequeñas pero en realidad son muy grandes.

Para su debut en la dirección Roser Aguilar ha elegido un tema muy difícil como es el de los transplantes de donante vivo. Raquel tiene una vida casi perfecta, acaba de conseguir su primer empleo como locutora de informativos nocturnos y tiene un novio al que adora. Por eso decide que es el momento de irse a vivir juntos. Al poco tiempo, Tomás, que es deportista de elite, se desmaya durante los entrenamientos. Unas pruebas dictaminan que sufre de una grave enfermedad hepática y que su mejor opción es el transplante. Su padre es diabético y no puede hacerlo, por eso Raquel decide que ella le dará “lo mejor de ella”, un pedacito suyo para conseguir que salga adelante. Cada día e visita llevándole también lo mejor de todo lo que la rodea a través de la vida cotidiana. La enfermedad de Tomás la permite acercarse más a su novio y descubrir cosas que desconocía pero también viaja dentro de sí misma para revelarse lo que en realidad quiere.

Una película rodada con una sencillez formal y una brillantez destacable, con algunos planos de una belleza plástica increíble. La directora es capaz de hacer llegar al espectador toda la angustia, desesperación e inquietudes de sus protagonistas. La virtud de enseñar y esconder, de mostrar lo que hay fuera y lo que sucede dentro parece un don natural en esta prometedora directora.

Los actores gozan de un estado de gracia que permite que el espectador se haga a la idea de su mundo interior. No sólo los actores principales. La bellísima Marián Alvarez (con su merecido premio en Locarno) o Juan Sanz (que consigue hacer a su desvalido Tomás creíble a la vez que tierno a pesar de las coyunturas que le acontecen fuera de plano) también la corta aparición de Lluis Homar desprende la angustia necesaria para conseguir encoger el estómago en la escena en la que se presenta a los padres de Raquel en el Hospital.

Cierto es que adolece de algunos escollos como toda Ópera Prima, sobre todo al pecar de esos planos poéticos de la ciudad para dejar protagonismo a los paisajes y a la fotografía de la cinta pero se resuelve con cierta dignidad y se contrarresta con algunos otros muy brillantes como la operación en ese arte que es contarlo todo sin enseñar nada.

Película altamente recomendable aunque, no vayamos a engañarnos, dura y difícil.


Web Oficial de la PelículaRueda de Prensa por Ana Belén Pacheco PROXIMAMENTE

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