Catherine es una ginecóloga de éxito, que vive con su familia feliz. Todo se tuerce cuando comienza a sospechar que su marido David, profesor de música, la engaña. Catherine quiere aclarar todo y para descubrirle decide contratar a Chloe. La chica, una joven irresistible, pone a prueba la fidelidad de David y la capacidad de Catherine para creer en su marido.
No es la primera vez que el director Atom Egoyan decide investigar sobre el alma del ser humano y su naturaleza sexual. En WHERE THE THRUTH LIES (inédita en España) y EXOTICA todo estaba envuelto en un halo de sexualidad misteriosa. Aquí se juega al despiste con un personaje desconcertante, la Chloe del título.
Liam Neeson (que pasa de cornudo en la sosísima CRONICA DE UN ENGAÑO a seductor aquí) y Julianne Moore resultan una pareja convincente (quizás pelín desaprovechado el primero). Los dos, actores ya de una cierta madurez, la demuestran en pantalla y aunque tal vez no tengan el carisma para llenar salas desde luego que siempre resultan llamativos para el ojo cinéfilo.
En cambio Amanda Seyfried resulta ser un torbellino de mirada penetrante y gesto casi incorruptible. La joven actriz es el gran acierto del film. Si en JENNIFER´S BODY estaba totalmente desaprovechada aquí Atom Egoyan la exprime hasta el final. El duelo entre los ojazos de Moore y ella puede que sea lo mejor de la película.
Pero también es cierto que el tema no da para mucho más, y aunque hay más de una sorpresa en el guión (como una tórrida escena lésbica y un par de giros curiosos) el asunto no pasa de ser algo ya visto con ligeros toques modernos. El final es demasiado convencional y la sensación final es de simple «pues bueno, pues vale«.
Con todo y con eso Egoyan me sigue pareciendo un director a seguir, que tarde o temprano acabará dando con la fórmula para hacernos llegar una historia potente. Como con EL DULCE PORVENIR. Hasta entonces esperaremos y, en una fría tarde de invierno, recuperaremos CHLOE en DvD.
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