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La prehistoria del cine I

Teatro de sombras

Muchos años antes de que los hermanos Lumiere celebraran la primera proyección pública de su película Obreros saliendo de la fábrica, el 28 de diciembre de 1895, día que se considera oficialmente como el del nacimiento del cine, fueron muchas las personas que con pequeños cambios tecnológicos consiguieron llegar al cine que hemos vivido en nuestros días. Así que empezaremos la historia del cine, remontándonos a la prehistoria.

Y nunca mejor dicho, porque podríamos remontarnos hasta los tiempos del hombre de las cavernas, cuando éste hacía sombras con sus manos, proyectadas sobre las paredes de las cuevas. Posteriormente, estos juegos de sombras llegan en forma de teatro de sombras, con una mayor repercusión en los países orientales (China, Japón, India…) y que a pesar el paso del tiempo podemos disfrutarlo hasta nuestros días en casi cualquier parte del mundo.

Teatro de sombras

Teatro de sombras

Dando un salto considerable en el tiempo, nos encontramos con que los romanos y los griegos ya empleaban una especie de linterna mágica con la que proyectaban imágenes en las paredes con fines didácticos.

Por otro lado, se sabe que Aristóteles y Euclides formularon los principios de comportamiento de la luz en el interior de una cámara oscura. Los mismos principios que siglos más tarde sirvieron a pintores como Leonardo Da Vinci o Johannes Vermer, para elaborar sus bocetos.

A finales del siglo XVI, Giovanni Battista Della Porta mejoró la cámara oscura mediante la colocación de una lente, que hacía de lupa, inventó un sistema de habitación negra, aumentando la nitidez y luminosidad de las imágenes.

Fue ya ha mediados del XVII cuando el alemán Athanase Kircher, construye una linterna mágica práctica, capaz de proyectas textos de gran tamaño, que define en su tratado “Ars Magnae lucis et umbrae”, editado por primera vez en 1645.

El primer retroproyector móvil se pone en funcionamiento con la exhibición de los primeros espectáculos de fantasmagoría, primero en Berlín y después Londres.

Un físico escocés llamado David Brewster inventa el caleidoscopio, que con sus colores y formas impacta en la retina de aquellos que se asoman al pequeño orificio de la base mientras giran las pequeñas piezas del interior. Esto ocurre a principios del siglo XIX, y al mismo tiempo, John Ayrton Paris pone en venta en Londres el taumatropo, el primer juguete óptico que pone a prueba la persistencia retiniana.

Taumatropo

Taumatropo

Joseph Plateau plantea una investigación sobre la duración de las imágenes en la retina y establece que éstas persisten durante un segundo después de la desaparición de la imagen. De este modo, concluye que el ojo es capaz de percibir movimiento en imágenes que van a una velocidad mínima de 10 por segundo.

Durante los años correspondientes a la mitad del siglo XIX, entre 1829 y 1866, se construyen algunos aparatos basados en los principios de la persistencia retiniana establecida por Plateau, tales como: fenaquistiscopio, estroboscopio, fantascopio, el zootropo o el tambor mágico, el corotoscopio.

Zootropo

Zootropo

(Continuará)…

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