«En un agujero en el suelo, vivía un hobbit…» y la historia del viaje que Bilbo Bolsón, arrastrado a una épica búsqueda, emprende y que le llevará a reclamar el reino que años atrás perdieron los enanos a manos del temible dragón Smaug. Sin verlo venir, y convencido por el mago Gandalf el Gris, Bilbo termina formando parte de una compañía de 13 enanos liderados por el legendario guerrero Thorin Escudo de Roble. Su viaje les llevará a lo salvaje, a través de tierras peligrosas infestadas de trasgos, orcos y huangos mortíferos, así como de una misteriosa y siniestra criatura conocida como El Nigromante.
Peter Jackson vuelve a ponerse tras las cámaras para ofrecernos una nueva entrega del mundo de Tolkien. Vuelve a filmar una trilogía de un libro que, aparentemente, no da para ello así que inevitablemente surgen las invenciones e historias de relleno. Algunas funcionan mejor y otras peor, pero eso se lo dejo al espectador.
Pues quien les escribe tenía cierto miedo a lo que estaba oyendo acerca de este nuevo film de Peter Jackson. Me he encontrado confundido al ver que en Metacritic apenas tiene un 58% (aprobado raspado de la crítica) y tras ver el resultado final me pregunto si es que no vivimos en un mundo de locos.
Es un film bien hecho, no me podía esperar menos viendo la enormidad del presupuesto, pero es que está bien hecho a rabiar. Tiene unos efectos especiales que quitarían el hipo a cualquiera. Además el elenco (Sir Ian Mckellen a la cabeza) que se siente a gusto con lo que está rodando y un Peter Jackson en su salsa.
…Pero…
Sí, me voy a meter un poquitín con la cinta pues no considero que sea perfecta y, ni siquiera, una obra maestra. Es una buena cinta para entretener, nada más. A eso es a lo que me refiero en el título de la crítica: Jackson se siente tan a gusto rodando esto, tan en casa, que no hace completamente partícipe al espectador de lo que está sucediendo.
Para empezar diremos que el comienzo es demasiado largo. Un par de tijeretazos (como en ‘El retorno del rey’) no la hubieran venido mal. Nos presentan a los personajes sí, pero la presentación se alarga y se alarga hasta que da la sensación de que no va a ocurrir nada más. Entonces se embala. Al cabo de una hora de película nos encontramos en camino, nos encontramos con los trolls y visitamos a los elfos. Ahí sí. Ahí el film roza su punto culminante cuando el personaje de Gandalf explica la elección del mediano que, nada más comenzar el film, era una incógnita. Su discurso eleva a los altares de nuevo a Ian Mckellen pues es lo mejor del film en todo momento. ¡Cómo adoro a este hombre!
Pero luego el film va perdiendo fuerza a merced de un Jackson desatado. ¡Batalla por aquí! ¡Batalla por allá! Demasiadas peleas en su hora y media final de película como para lograr conseguir un clímax final que en ningún momento llega. A diferencia de ‘La Comunidad del anillo’ con la batalla de las minas de Moria. Ahí es donde reside el verdadero problema de este viaje inesperado. Y no lo soluciona Jackson metiendo cameos de personajes vistos en la anterior trilogía (alguno con calzador).
Así pues, finalmente, diremos que es un buen comienzo, que se atisba que Jackson está allanando todo a conciencia para el final… pero también se puede observar que el asunto lo han alargado demasiado. Le pese a quien le pese.
Lo Mejor: Ian Mckellen, elevado a los altares como Gandalf.
Lo Peor: El comienzo es demasiado largo.
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