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‘No Confíes en Nadie’: me llamo Christine Lucas y tengo amnesia (bis)

Póster 'No Confíes en Nadie'

Póster 'No Confíes en Nadie'

Christine sufre las secuelas de un accidente mortal que tuvo hace diez años: sólo es capaz de recordar durante un día, cuando se va a dormir su cerebro se resetea. Su marido Ben y su psicólogo la ayudarán a recordar todos los días. Siempre parece ser lo mismo, aunque poco a poco van apareciendo nuevos matices. Christine comenzará a descubrir algunas piezas que desencajan en el rompecabezas de su pasado y, desde ese momento, nada volverá a ser igual. ¿Fue todo aquello realmente un accidente?

‘No Confíes en Nadie’ o, mejor dicho, ‘Before I go to Sleep’ (que es un título algo más acertado y desvela menos información) es la última producción de Ridley Scott, basada en el popular best seller de mismo nombre.

La película ha sido dirigida por Rowan Joffe (guionista de ’28 Semanas Después’ y ‘El Americano’) e interpretada por Nicole Kidman, Colin Firth y Mark Strong.

Todo es confuso, todo está contado a medias y es una mentira como una catedral. De eso va esta película llena de giros, algunos inesperados, otros muchos no tanto, que bebe de las influencias que quedan del ‘Fenómeno Memento’, ahora sí, desarrollado de una forma más lineal.

‘No Confíes en Nadie’ es un thriller psicológico en el que el concepto, la historia a grandes rasgos y las situaciones son interesantes. En general, las interpretaciones también son bastante creíbles, aunque a veces Kidman se pasa un poco, o simplemente será el guión, pues su personaje sólo sufre y padece a lo largo de toda la película.

El largometraje de Joffe está técnicamente muy bien realizado, con una fotografía estilizada, mucho ritmo y cambios de acción en el guión, pero poco sello. Se puede sentir la ‘falta de garra’, la poca exploración del todo y la pobreza en simbolismos (lo cual es muy importante en este género).

Además, hay que mencionar que el énfasis narrativo está puramente en la protagonista, cuando ella no tiene mucho que ofrecer. Es como una mezcla entre ‘Acorralado’, ‘Memento’ y ‘El Resplandor’ (planos incluidos). Sí señores, increíble pero cierto: Nicole nos recuerda a John Rambo en esta película.

No hay nada malo en querer hacer ‘Memento’ catorce años después. El dilema surge cuando los personajes de alrededor del protagonista son unidimensionales y no hay momento de humor alguno, como ocurre en este metraje. En ‘Memento’, Leonard era un personaje muy simple, pero no pasa nada porque él mismo es un elemento del escritor, un McGuffin. Este término, utilizado en la jerga del celuloide, quiere decir ‘señuelo’, ‘falsa pista’.

De esta forma, Leonard es una excusa dramática pues, al final, queremos deleitarnos con otras cosas. Queremos conocer a los personajes de su entorno y ver cómo le tratan, saber cómo es la sensación de vivir así, explorar el tema y, sobre todo, ver qué paso realmente. Bien, en ‘No Confíes en Nadie’ no van a encontrar nada de eso, y por si fuera poco, la caja de Pandora estaba ya entreabierta a la hora de película.

Cierto es que la historia nos trata de descentrar en numerosas ocasiones y confundirnos, pero las actuaciones revelan lo que va a ocurrir con demasiada transparencia.

Cinta entretenida… con algún bostezo entre medias.

Lo mejor: la confusión que llega a crear en la mitad de la película. El ritmo y que realmente quieres que esa pobre criatura alejada de la mano de Dios deje de sufrir ya.

Lo peor: la poca personalidad del director.

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