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‘El Rascacielos’: Dwayne entre llamas

Póster de El Rascacielos destacada

Póster de El Rascacielos

Will Sawyer, antiguo líder del Equipo de Rescate de Rehenes del FBI y veterano de guerra del ejército de Estados Unidos, ahora se encarga de evaluar la seguridad de los rascacielos. Durante un viaje de trabajo en China, se ve incriminado en el incendio del edificio más alto y seguro del mundo. Perseguido y a la fuga, Will deberá encontrar a los que le han tendido la trampa, limpiar su nombre y rescatar a su familia, atrapada en el interior del rascacielos… sin sucumbir a las llamas.

Nos las prometíamos felices cuando salió el primer tráiler de ‘El Rascacielos (Skyscraper)’, pensando que las nuevas generaciones disfrutarían de un revisión hipervitaminada de ‘La Jungla de Cristal’ y ‘El Coloso en llamas’. Sobre el papel, la cinta que escribe y dirige Rawson Marshall Thurber tiene todos los alicientes para cumplir con las expectativas: presupuesto holgado, efectos visuales cada vez más logrados y la presencia de un protagonista carismático como Dwayne ‘The Rock’ Johnson.

Con las espadas en alto y el público entregado a presenciar un espectáculo veraniego puramente palomitero, ‘El Rascacielos’, no cumple con casi nada de lo prometido.

Su único aliciente es la siempre agradecida presencia de Johnson, que se entrega al máximo tanto física como interpretativamente (teniendo en cuenta sus límites, claro está).

Will Sawyer es tan simpático y friendly como todos los personajes que interpreta. Quieres tomarte una cerveza con él y convertirlo en un peluche gigante para llevarlo a casa.

Obviando la conseguida orgía de CGI de la película (a estas alturas, cuando algo ‘canta’ a partir de x millones, hay que poner el grito en el cielo) y el apartado técnico general, la cinta de Thurber patina en absolutamente todo lo demás.

El guion tiene tantos agujeros como llamas asaltan el mastodóntico edificio; a golpe de tópicos y clichés se construyen los personajes que acompañan al protagonista, con decisiones de casting bastante cuestionables (Pablo Schreiber, Noah Taylor, Roland Møller y los niños que, si bien no enervan, no pasarían por hijos de esa pareja en el mundo real) y el ritmo, aunque enérgico y sin paradas, es demasiado apresurado para que nada de lo que ocurra nos importe en lo más mínimo.

En ‘La Jungla de Cristal’, la aventura de John McClane era también la nuestra. Nos atrapaba desde el principio (con la inestimable colaboración de unos de los mejores villanos que ha conocido el cine de acción); en ‘El coloso en llamas’, el casting, los vanguardistas efectos, el score de John Williams y la dirección de John Guillermin brillaban con tanta luz como las llamas, angustiando a todo hijo de vecino que osara ver la película.

Como mero y olvidable entretenimiento veraniego, ‘El Rascacielos’ cumple.

Pero ‘The Rock’ debería buscarse un buen guionista y director cuanto antes, para evitar que sus siguientes películas no acusen el ‘efecto Will Smith’, con el consiguiente batacazo taquillero.

Lo mejor: Dwayne Johnson.

Lo peor: es más simple que el mecanismo de un chupete.

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