La sociedad secreta Club Osiris recurre a Hellboy para acabar con unos gigantes que están sembrando el pánico en Inglaterra. Entre tanto se está fraguando un mal mayor en Londres: Nimue, La Reina de Sangre ha vuelto de entre los muertos con la intención de acabar con el mundo. La Agencia para la Investigación y Defensa Paranormal (AIDP) centra sus esfuerzos en evitarlo enviando a fulminar a la bruja a su mejor equipo: Hellboy, el veterano Ben Daimio y “la pequeña” Alice Monaghan. Pero los demonios también tienen sus demonios, y los de Hellboy le llevarán a preguntarse si ha de velar por lo humano o… unirse a los suyos y convertirse en el Rey del Infierno.
Invitaba, hace poco, el bueno de Eduardo Bonafonte a una profunda e interesante reflexión acerca del respeto, las redes sociales, y la opinión sobre los criterios a la hora de valorar, en nuestro caso concreto, un producto cinematográfico. Haciendo hincapié en la libertad expresión y de juicio, y sumando una experiencia tanto profesional como apasionada por el séptimo arte, intentamos reseñar aquellos aspectos útiles para que el público lector, oyente o cercano, valore lo atractivo de acudir a las salas, disfrutar de una película en la intimidad del hogar, o tan solo invertir ese tiempo y dinero en otra alternativa de ocio cultural. En la actualidad, hay que invocar al discernimiento del espectador para saber capear con el hartazgo del intrusismo informativo, el exceso de opiniones desacreditadoras e infundadas, y el intento de manipulación a favor o en contra. Sobre todo cuando aquellos jueces valoran sin haber tenido la posibilidad de visionar tal película o proyecto. Algo de lo que, por desgracia, cada vez estamos más saturados. Y en el caso de esta versión del demonio rojo, estas “movidas chungas” no han estado exentas al crear polémica por sus cuatro costados.
El personaje de Hellboy creado por Mike Mignola cumple 25 años desde que iniciara su andadura en el sello editorial Dark Horse. Tras las dos entregas cinematográficas de Guillermo del Toro, este antihéroe adulto reinicia su camino con nuevo equipo inspirándose y adaptando la serie gráfica “La cacería salvaje”. Se trata de una nueva entrega que no desentona en absoluto con los anteriores trabajos tanto desde las páginas del cómic como desde los fotogramas de las películas.
Este ‘Hellboy’ en cuestión hace que Neil Marshall (‘Centurión’, ‘The descent’, ‘Dog Soldiers’), director principalmente televisivo, vuelva a recuperar el gusanillo por la gran pantalla y por el género de terror. A la acción trepidante y a las sobrenaturales aventuras del “muchacho del infierno” se le suma algo más de violencia visual y oscuridad, dirigiéndose en gran medida al público más adulto como en su momento hicieron los personajes de ‘Blade’, ‘Deadpool’ o ‘Logan’.
El guion de Andrew Cosby, contando con la colaboración y supervisión del propio Mignola, no se detiene en presentaciones formales, e introduce al héroe como investigador para la AIDP del profesor Bruttenholm. A partir de ahí, entre las habituales discusiones paterno filiales, el equipo se va ampliando para poder hacer frente a una nueva amenaza que se cierne contra toda la humanidad.
David Harbour (‘Escuadrón Suicida’, ‘Black Mass: Estrictamente criminal’, ‘Caminando entre las tumbas’), toma el relevo de Ron Perlman en el papel de un chico demonio algo más corpulento y salvaje que debe hacer frente a su naturaleza dual. Bajo la peculiar gabardina, su roja caracterización con cuernos afeitados y cola de diablo, esconde una profunda e imponente voz muy poderosa para el personaje principal.
Ian McShane (trilogía de John Wick, ‘Piratas del Caribe: En mareas misteriosas’), es una versión algo más joven y activa del padre adoptivo de Hellboy. Longevo y experto conocedor de los males oscuros que acechan a los humanos, mantiene una singular relación con su protegido respecto a sus particulares desavenencias familiares.
Mila Jovovich (saga de ‘Resident Evil’, ‘El quinto elemento’), es Nimue, la bruja milenaria reconstruida para subyugar a toda criatura bajo su reinado de sangre. Belleza y terror perfectamente conjugados, a la espera de recuperar su trono.
Sasha Lane, Daniel Dae Kim y Thomas Haden Church, forman parte del elenco de protectores que aúnan fuerzas para luchar contra las “movidas chungas” de la magia negra y amenazas paranormales que siembran el terror de la humanidad. Humor y buenas interpretaciones que también describen a modo de flashbacks los orígenes de sus protagonistas.
‘Hellboy’ busca tentar al demonio. Es en gran medida una película de incansable acción, con magníficos efectos visuales, excelentes planos-secuencia encadenados y una potente banda sonora que acompaña con ritmos heavies batallas, peleas y emboscadas. Mucho maquillaje y guiños al cómic (viajes por las diferentes agencias, personajes, países), e incluso a las anteriores entregas cinematográficas, respetando el legado precedente.
Un nuevo equipo para un nuevo reinicio que no decepciona, ni mucho menos, a los fieles amantes del cómic, de los personajes de Mignola y, por supuesto, del género de aventuras y fantasía, mezclados con buenas dosis de pseudo-terror.
Al igual que el padre alecciona al hijo indicando que “no dejes que una profecía te diga cómo tienes que ser”, sería bueno que el público se informe y tenga sus diferentes puntos de vista para saber opinar por sí mismo y por sus propias afinidades si decide ver, disfrutar, entretenerse con esta más que atractiva propuesta, que además incluye interesantes escenas postcréditos.
Lo mejor: que está a la altura de cualquier expectativa y una generosa historia que no tiene nada que envidiar a sus otras referencias.
Lo peor: la cierta saturación del reclamo británico sobre la leyenda de Arturo y su poderosa espada en el ámbito cinematográfico.
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