Allen y Terry son un par de polis de Nueva York que viven a la sombra de los héroes del cuerpo: los superagentes Christopher Danson y P.K. Highsmith. Ellos se encargan de barrer la porquería que salpica la ciudad de los rascacielos. Cuando las cosas se tuerzan en la gran manzana, esta peculiar pareja tendrá que levantar sus traseros del despacho de la comisaría y entrar en acción.
Más que aplaudible la idea original de que dos tipos de despacho, encargados de realizar el papeleo que originan los héroes tengan que sacar sus culos de sus respectivas sillas para salvar a la ciudad de los maleantes. Y se lamenta y mucho que el film pierda el norte en algunas ocasiones y sobretodo la presencia de Will Ferrell.
Se suceden las situaciones disparatadas, las persecuciones alocadas, los tiroteos disparatados y algunos funcionan, otros no tanto y da la casualidad de que siempre hacen gracia cuando están ´The Rock´ y Samuel a cuando el director McKay enfoca a Will Ferrell para que haga el chiste de turno.
No puedo con este sujeto. Es alguien superior a mi paciencia. Estropeó MÁS EXTRAÑO QUE LA FICCIÓN, no hacía nada en MELINDA Y MELINDA, PASADO DE VUELTAS era inaguantable… y ahora se carga por completo, con su absurdo sentido del humor, una película de un potencial larguísimo.
Porque incluso Mark Whalberg (al que más de una vez he comparado su expresividad con el de una caja de galletas) resulta que está impecable como poli. Geniales las apariciones de ´The Rock´ (su faceta cómica casi siempre es bienvenida) y Samuel L. Jackson, que salvan la función. Incluso especialmente cómica Eva Mendes riéndose de si misma.
La película se vuelve a ´pasable´ por culpa de Ferrell. No tiene gracia. No tiene el menor sentido del humor. Es una pena.
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