
Los policías novatos Judy Hopps y Nick Wilde se ven envueltos en un gran misterio cuando Gary Serpiéntez llega a Zootrópolis y pone patas arriba la metrópolis animal. Para resolver el caso, Judy y Nick deben infiltrarse en nuevas y sorprendentes partes de la ciudad, donde su creciente colaboración se pone a prueba como nunca antes.
Quien alguna vez haya podido disfrutar de la experiencia de jugar con la voz y sonidos propios en un estudio de grabación profesional entenderá que, además de saber dejar la poca vergüenza a la puerta de la cabina, tiene que abrirse a un universo infinito de posibilidades vocales. En el caso de la interpretación profesional, el valor que ofrece la expresión oral separada de la corporal en un estudio de doblaje, hace que dificultad se eleve exponencialmente hasta los límites que la pericia de la dirección artística permita. La factoría Disney es experta en saber recoger todo el jugo de un intérprete que presta su voz a un personaje animado, para hacerlo brillar con infinidad de minuciosos matices en la gran pantalla. Acción desbordante, hiperrealismo visual, mezclados en unos escenarios increíbles. El resultado es magia pura. La técnica y el arte perfectamente combinados para crear una historia de lo más inverosímil, sorprendente y divertida como es la presente secuela del reino animal.
La sorpresa radica en que ‘Zootrópolis 2’ rebasa a su predecesora en dinamismo. Es vertiginosa, obstinadamente frenética y muy divertida. Tanto que dependiendo de la edad y del estado anímico asimilas tan solo un porcentaje de la totalidad del filme. Pero no importa, con independencia de si eres joven o adulto, grande o pequeño, lo pasas en grande. Una de las ventajas de contar con el mismo equipo creativo de la anterior entrega es que te permite avanzar en todos los aspectos de la dinámica narrativa. Aunque desborde. Jared Bush y Byron Howard cumplen sobradamente con las expectativas al timón de esta segunda entrega casi diez años después. Consiguen elevar a la “animalésima” potencia la animación técnica con una trama que nos recuerda al buqué que permanece en el tiempo mezcla de las legendarias sagas de ‘Arma letal’, ‘El padrino’, ‘Indiana Jones’ o ‘James Bond’, entre otras.
El siempre eficaz Michael Giacchino aporta la banda sonora, en la que se incluye el vibrante “Zoo” de Shakira, compuesto también por Ed Sheeran y Blake Slatkin.
Lo magnífico de la versión original es disfrutar de la sincronización de la interpretación y gestualidad de quienes aportan sus voces reales, incluso llegando a vislumbrar quién se esconde tras el animal animado de la pantalla.
‘Zootrópolis 2’ es para disfrutarla sin límites. Contiene muchos mensajes para todas las edades. Pero el principal, en los tiempos que corren, es que todos tenemos cabida y las diferencias nos hacen más fuertes. No hay que olvidar que su título original hace mención más a una utopía que a una animalada megalópolis, a una fantasía frente a una urbe en la que encontrar nuestro lugar. Sin duda, una vez más Disney vuelve a dar en la diana, y como siempre en fechas tan señaladas.
Lo mejor: la grata sorpresa que supone regresar a Zootrópolis y convivir con sus personajes, que la sitúan como mínimo a la altura de su anterior entrega.
Lo peor: que nos dejemos apabullar por su locura narrativa y visual, con independencia de la edad del público.











