Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo del FMI se embarcan en su misión más peligrosa hasta la fecha: Localizar, antes de que caiga en las manos equivocadas, una nueva y terrorífica arma que amenaza a toda la humanidad. En esta tesitura, y con unas fuerzas oscuras del pasado de Ethan acechando, comienza una carrera mortal alrededor del mundo en la que está en juego el control del futuro y el destino del planeta. Enfrentado a un enemigo misterioso y todopoderoso, Ethan se ve obligado a considerar que nada puede anteponerse a su misión, ni siquiera las vidas de aquellos que más le importan.
A estas alturas, cualquier fan de sagas de larga duración como la Fast y la que nos ocupa, espera ver una serie de cosas que son inherentes a la franquicia.
Lo que no espera, y es ahí donde Tom Cruise sigue entregando pasión y compromiso por su trabajo, es sorprenderse. ‘Sentencia Mortal’ no se siente como una película inacabada,
Pese a ser una primera entrega, su final es plenamente satisfactorio y, además, nos insufla unas ganas tremendas de ver la segunda parte del díptico.
Cruise y compañía se enfrentan, en esta ocasión, a una IA (algo que es casi premonitorio en relación a los estragos que están causando ya las IAS en el mundo) y un viejo enemigo. Y lo hace como solo el Agente Hunt sabe: a tope y rizando el rizo de lo imposible.
Gracias a la impecable dirección de McQuarrie, Cruise se suelta asumiendo todo tipo de riesgos, metiendo de nuevo a Hunt en set pieces de infarto, donde tanto él como el resto de viejos personajes (y nuevas adhesiones) se crecen, aupando al espectador a un espectáculo sin paradas y lleno de carisma.
Espectáculo que se permite, además, reflexionar sobre los casi 30 años de franquicia y mirar a esa primera entrega que dirigió con maestría el siempre estimulante Brian De Palma.
Mucho ha llovido desde entonces, pero el ya sexagenario Cruise parece no darse cuenta, ni Ethan Hunt, tampoco.
‘Sentencia Mortal’, es la mejor película de acción que hay ahora mismo en cartelera. También una de las mejores entregas de la Saga y el ejemplo gráfico del saber aprovechar el potencial que da una película realizada por y para Cines.
A tope hasta los 80, señor Cruise. Hay Ethan Hunt para rato.
Lo mejor: un espectáculo de acción absolutamente apabullante.
Lo peor: le sobran unos veinte minutos de subrayados innecesarios.
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