Home > Estrenos > Críticas > ‘Make Up’: la encrucijada adolescente

‘Make Up’: la encrucijada adolescente

Ruth se reúne con su novio en el parque de caravanas donde él trabaja. Llevan tres años juntos, pero la estancia en este resort de vacaciones fuera de temporada hace tambalear el deseo de la protagonista. Claire Oakley parte del realismo social para trasladarnos, poco a poco, a un territorio más próximo al fantástico a través de una puesta en escena de contornos surrealistas que otorga una dimensión desolada y amenazante a este lugar perdido de Cornualles donde Ruth se replantea su identidad.

No son pocas las películas que han explorado lo que significa ser adolescente. 

Esa etapa de la vida en la que todo es nuevo, todo duele, todo divierte. 

Esa etapa en la que estamos a ‘cuarto cocer’, y las hormonas, la falta de experiencia, y el comenzar a descubrir que el mundo es un lugar tan bonito como difícil, nos llevan a vivir una montaña rusa de pájaras mentales y vitales, donde nos planteamos continuamente quienes somos, y quiénes queremos ser. 

Con ‘Make Up’, la cineasta Claire Oakley consigue plasmar en imágenes, a través de una atmósfera opresiva, absorbente, surrealista y enervante la encrucijada adolescente de la joven Ruth (sutil, y a la vez magnífica, interpretación de Molly Windsor), que encuentra en este apartado, frío e inhóspito resort de Cornualles su identidad.

‘Make Up’ mezcla varios géneros que comienzan con puro realismo social, que va mutando conforme su protagonista se encamina hacia la ‘madurez’. 

La experiencia vital de la joven Ruth, como buena adolescente que es, es una olla a presión llena de viscerales ingredientes que rara vez colaboran y casi siempre luchan entre sí.     

Así, en ‘Make Up’ pasamos del realismo al fantástico, el drama social, lo onírico, el terror y la comedia negra. Un popurrí desbocado tan real como la misma adolescencia y sus vaivenes, que todos deberíamos recordar. 

Cierto es que la enigmática propuesta va de más a menos y culmina en un final abrupto, pero Claire Oakley y Molly Windsor se posicionan como valores a tener en cuenta, detrás y delante de las cámaras. 

Lo mejor: la fascinante propuesta visual de Oakley y la interpretación de Molly Windsor. 

Lo peor: un libreto excesivamente esquemático.

Comentarios

Te puede interesar
La primera profecía: hoy estreno solo en cines
El mayor número de vueltas de campana en El Especialista
‘Dune. Parte dos’: el tremendo alarde de Denis Villeneuve
Tron Ares: La nueva entrega de Tron está en fase de producción

Deja un comentario