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‘El mejor verano de mi vida’, hipérbole vacacional

Curro es un fantasioso vendedor de robots de cocina que sueña con un trabajo en el mundo financiero. En plena crisis de pareja y con fuertes deudas hace una promesa que no puede cumplir: si su hijo Nico de 9 años saca todo sobresaliente, le llevará a unas vacaciones de verano inolvidables. El niño lo consigue y padre e hijo emprenden un viaje que les llevará a conocer gente y vivir situaciones que jamás hubiesen imaginado y que cambiarán sus vidas.

Cinco años después la exitosa película italiana ‘Sole a cantinelle’ de Gennaro Nunziante, Daniel de la Orden (‘El pregón’, ‘Barcelona, nit d’hibern’, ‘Barcelona, nit d’estiu’), adapta y dirige ‘El mejor verano de mi vida’, con las equivalencias cómicas pertinentes en nuestro mercado. Para ello, se rodea de los guionistas televisivos Marta Suárez, Daniel Castro y Olatz Arroyo, que aportan su experiencia para trasladar similares sketches a la gran pantalla y a nuestras costumbres tan parecidas al modo de entender la vida italiano, con un elenco de actores que tienen su hueco en el mundo de la comedia garantizado.

Leo Harlem (‘Torrente 5: Operación eurovegas’, ‘Villaviciosa de al lado’), obtiene el papel protagonista diseñado con una horma perfectamente adaptada a su perfil de monologuista. Es Curro Montejo, personaje anclado en la supervivencia día a día que funde no los ahorros sino los préstamos futuros en llevar un tren de vida familiar muy por encima de sus posibilidades. Su particular manera de entender la vida basada en un hedonismo consumista, pondrá en peligro su matrimonio y sobre todo la promesa de ofrecer lo que no tiene por los esfuerzos de su hijo.

En esa travesía pseudo-road-movie por la geografía española a bordo de un viejo Citroën, le acompaña su hijo Nico, interpretado por el joven Alejandro Serrano. quien tendrá que soportar estoicamente los embustes y ardides de su querido padre para poder disfrutar del preciado premio.

La otra cara de la paciencia la pone Daniela, la televisiva Toni Acosta, quien se encuentra en zona de tránsito hacia una definitiva separación por preferir más una vida comprometida con la familia y el trabajo que Curro no le sabe entregar.

En la convivencia de tal periplo, Padre e hijo se cruzarán con Zoe y su hija, Maggie Civantos y la joven Stephanie Gil, en un curioso intercambio de optimismo por responsabilidad, como si de una terapia de honradez se tratase.

En este reparto cómico urbano-rural también intervienen Gracia Olayo, Arturo Valls, Silvia Abril, Nathalie Seseña o Berto Romero.

‘El mejor verano de mi vida’ está narrada bajo la mirada del niño. Viene a ser una especie de visión moderna y actualizada del Lazarillo, versión Curro Montejo que viaja en un tren repleto de comodidades muy por encima de sus posibilidades. Un pícaro protagonista y consumista ejemplar del siglo XXI.

Esta hipérbole desmesurada está hecha a la medida de Leo Harlem como un producto veraniego y familiar. No es que interprete a un personaje en ‘El mejor verano de mi vida’, sino que toda la película está a disposición del cómico creado por el propio Leo: sus bromas, sus chistes y su filosofía de la vida, engarzados en un argumento tan divertido como repetitivo en los propios monólogos de su autor. No hay que olvidar que este es su nombre profesional.

Lo mejor: que no defrauda a los seguidores incondicionales de su protagonista, además de ser apta para disfrutar en familia. Y sus tomas falsas.

Lo peor: la falta de originalidad, y que se llegue a notar tanto el frío del rodaje ambientado en la época estival.

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