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‘Quién te cantará’, estrella de mar

Lila Cassen era la cantante española con más éxito de los noventa hasta que desapareció misteriosamente de un día para otro. Diez años después Lila prepara su triunfal vuelta a los escenarios pero, poco antes de la esperada fecha, pierde la memoria al sufrir un accidente. Violeta vive dominada por su conflictiva hija Marta. Cada noche escapa de su realidad haciendo lo único que la hace feliz, imitar a Lila Cassen en el karaoke donde trabaja. Un día Violeta recibe una fascinante propuesta: enseñar a Lila Cassen a volver a ser Lila Cassen.

Colores como el lila y el violeta pueden ser fácilmente confundidos cuando se utilizan sutiles matices como luces, sombras, reflejos e ilusiones ópticas.

Por eso mismo, los personajes principales de la última película que escribe y dirige Carlos Vermut (‘Diamond Flash’, ‘Magical Girl’), llevan esos mismos nombres, para difuminarse y confundirse dentro este excepcional e inquietante argumento. Y si el marco de la historia está rodeado de ese insondable e inmenso azul del mar, los matices pueden ser infinitos.

Como prueba, propongo un sencillo juego. Prescindiendo de los colores, utilizando el negro impoluto y la escala de sombras grises; y antes y después de ver la película, ¿quién es realmente el personaje del cartel…?, y ¿de quién son los rasgos…?

Quién te cantará’ es la canción de Mocedades que da título a esta intrigante película. Está narrada con tintes misteriosos, cámaras lentas, silencios, sombras y reflejos, medias caras que ocultan su otra parte, y numerosos planos detalle que describen tanto los sentimientos como la ausencia de los mismos que desprenden los personajes. Está milimétricamente preparada y clínicamente testada, de igual modo que aparecen los tacones clavados cual bodegones sobre la arena de la playa.

Nawja Nimri (‘El árbol de la sangre’, ‘Los amantes del Círculo Polar’, ‘Lucía y el sexo’), interpreta a la enigmática y amnésica cantante Lila. Un alma que queda vacía y parece tener la curiosidad de un robot por recobrar y recordar su divinidad como diva musical. Aséptica y sin sentimientos en los que refugiarse.

Eva Llorach (‘Magical Girl’, ‘Diamond Flash’), es Violeta, fan de la cantante. Se resguarda tras la barra de un bar y deja escapar lo poco que queda de su personalidad a través de las canciones de Lila, fundiéndose en una vida imaginaria que nunca existió.

Lila y Violeta están incompletas la una sin la otra, incluso sin conocerse. Dos papeles muy bien sincronizados, fundidos e interpretados con exquisita solvencia. Incluso aunque sea Eva Amaral quien ponga la voz en la segunda, con un resultado bastante enriquecedor.

Interesante papel es también el de Carme Elías (‘Camino’, ‘Haz conmigo lo que quieras’,‘El puente de Varsovia’). A modo de nodriza, amamanta la esperanza de que Lila, tras la ausencia de la madre, vuelva a los escenarios con la ayuda de su mayor fan.

Y destacar la magnífica bipolaridad con la que Natalia de Molina (‘Animales sin collar’, ‘Techo y comida’, ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’), atormenta a su desdichada madre, Violeta. Una “nini” violenta y chantajista en una edad muy difícil.

A pesar de que la música es la columna vertebral de ‘Quién te cantará’, de sus canciones originales, y de la intervención muy directa tanto de Eva Amaral como de la propia Nimri en el canto, y de la siempre eficaz banda sonora de Alberto Iglesias, no se trata de una película musical.

‘Quién te cantará’ es una delicada historia de barcos de papel que navegan a la deriva. En los que para aprender a hacerlos hay que deshacerlos previamente. Pero también implica la posibilidad de que con ese mismo trozo de papel se pueden crear otras figuras que diluyan sobre el suave oleaje de la playa sentimientos suicidas pospuestos.

Sus protagonistas buscan la reencarnación, un sentimiento de quien tiene miedo a fingir ser alguien que no es, para convertirse en parte de la letra de aquella canción de Amaral que decía “Estrella de mar… mi estrella fugaz”.

Pero también es un sutil juego de suplantaciones y simulaciones. Y de remordimientos, que tienen mucho que ver con el título de la canción original y de la misma película.

Lo mejor: espejos, espejismos y reflejos, que brillan como tan pronto se desvanecen; personajes incompletos que se funden; lo que se ve y lo que no.

Lo peor: que se pueda perder parte de su intensidad por la duración.

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