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‘Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte’, regreso a casa

Cuando un científico la contrata para que recupere su trabajo de manos de los norteamericanos, Lisbeth se ve atrapada en una oscura y violenta red de intriga después de que unas fuerzas misteriosas tomen los datos, arrasen su apartamento y la den por muerta. Con su antiguo amigo, el periodista Mikael Blomkvist, como insospechado aliado, Lisbeth deberá emprender un peligroso viaje para descubrir a sus atacantes, proteger al joven hijo del científico y recuperar lo que le arrebataron. A medida que se estrecha el cerco, se ve inmersa cada vez más en las sombras de su propio pasado misterioso.

El difunto periodista y escritor Stieg Larsson creó una interesante y atractiva pareja narrativa basada en la peculiar relación entre el periodista de investigación y editor de la revista Millennium, Mikael Blomkvist, y la avispada hacker de look post-punk, Lisbeth Salander. Concluidas y editadas las tres primeras novelas sobre las diez planeadas antes de un repentino infarto, la editorial encargó a David Lagercrantz la continuidad de la saga. El éxito de la adaptación de la trilogía inicial en serie televisiva europea hizo que finalmente se estrenara en pantalla grande. Fue el director americano David Fincher quien rehiciera de nuevo el material original en un proyecto más ambicioso que tan solo quedó relegado a una primera entrega.

‘Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte’ consiste en recuperar el interés por estas historias y personajes, pero empezando con las nuevas entregas literarias. En este caso concreto, la cuarta novela originalmente llamada “La chica en la red de la araña”.

El uruguayo Fede Álvarez (‘No respires’, ‘Posesión infernal’), es el responsable de rescatar el protagonismo completo en el personaje de Lisbeth, con Claire Foy (‘First Man’, ‘Perturbada’, ‘‘Una razón para vivir’) y su eficaz interpretación de una chica fría y muy calculadora. Esta vengadora y justiciera en defensa de féminas con problemas, será capaz de elevar el punto de mira y de poner en jaque con su Ducati a quien ose perturbar la paz mundial a través de los peligros tecnológicos que supone la red de redes. Para ello debe aprender a superar y convivir con su cruento pasado.

Para quienes no estén familiarizados con la obra, ‘Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte’ puede dejar demasiado cabos sin unir, una trama dispersa, y una textura de novela negra demasiado empañada por el frenesí de la acción. Casi prescinde por completo de su compañero de aventuras Mikael, interpretado por Sverrir Gudnason (‘Borg McEnroe’), y de su relación similar a la que Lois Lane tiene con Superman cambiando el escenario de Metrópolis por el de Estocolmo.

Sylvia Hoeks (‘Blade Runner 2049’, ‘Su mejor oferta’), es la familiar archienemiga, alguien con quien compartir una brutal partida de ajedrez de toda una vida. La antagonista digital que viste del color de la misma sangre de Lisbeth.

Explosiones, malos buenos y buenos no tanto, persecuciones, robos a ladrones, y peleas conforman un argumento más preocupado por hilvanar estas secuencias que dar vida coherente y veracidad a estos personajes tan interesantes, dejando un poso más de película de espionaje que de cine negro al que se debe. De hecho se pierde bastante el leitmotiv primordial de la relación entre el periodista como cronista de las andanzas y desventuras de la hacker, a favor de un entramado de recursos tecnológicos que ella misma hace de su propio móvil.

Roque Baños firma una eficaz banda sonora para esta producción con gran dosis de thriller y mayor tecnología doméstica a disposición de las andanzas de la chica del dragón tatuado en la espalda.

Las intenciones de ‘Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte’ son buenas, pero el resultado final solo termina por ofrecer casi dos horas de acción con personajes suficientemente atractivos que no logran encajar en un argumento más que predecible y algo dispersa en sus picos de interés.

Lo mejor: los teléfonos móviles y sus apps demasiado inteligentes que serían capaces de hacer prescindir a Bond de su preciada pistola Walther, de su magnífico Aston Martin, e incluso del mismísimo MI6.

Lo peor: que no sepamos descargarnos las recurrentes aplicaciones para móvil con las que cuenta la protagonista para ayudarnos en el día a día.

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